Contención del agua
La impermeabilización de cualquier tipología estructural en ingeniería civil o edificación (balsas, cajones, depósitos, muros, etc.) evita las patologías asociadas a la presencia de agua, aumentando la vida útil de las estructuras y reduciendo sus costes de reparación y mantenimiento.
Estas impermeabilizaciones se consiguen básicamente por la colocación de membranas sintéticas preformadas (membranas de policloruro de vinilo, polietileno o materiales de características similares) o por la aplicación de materiales específicos in situ (tratamientos continuos mediante derivados del poliuretano o materiales cementosos elásticos).
El punto débil de cualquier trabajo de impermeabilización se encuentra en las juntas, encuentros de materiales y puntos singulares, donde es común la utilización de tratamientos complementarios a base de sellados con masillas de poliuretano o similares, o mediante la adhesión de láminas de PVC, hypalon u otros derivados homologados.
En ciertos trabajos se puede hacer necesario acometer el sellado de filtraciones y vías de agua en estructuras existentes. En estos casos se utilizan morteros de endurecimiento ultra rápido, combinados con la inyección de resinas acrílicas o de poliuretano hiporeactives, que expanden su volumen en contacto con el agua.